Ojá es un restaurante con una historia única en el Valle de Guadalupe. El nombre "Ojá" significa piedra preciosa en Kumiai, en honor a la comunidad Kumiai ubicada en ésta emblemática región, entre Tecate, Ensenada y sus alrededores.
Su historia se remonta al 2013 cuando abrieron su primer establecimiento en la Avenida Revolución de Tijuana. Sin embargo, el sueño de expandirse y crear algo único los llevó a Valle de Guadalupe hace tres años, donde abrieron La Justina Valle, el primer paso para hacer realidad su visión.
Ojá encuentra su inspiración en la región en la que se encuentra, rindiendo homenaje a la cultura y tradiciones locales. En particular, se han sentido atraídos por el misterio y el encanto de las comunidades, especialmente los Kumiai, que son parte integral de la región, y Ojá adopta su nombre, que significa "piedra preciosa", como símbolo de su conexión con la tierra y su gente.
Desde su inauguración, Ojá ha cautivado a los comensales con su distintivo diseño y ambientación. En lugar de seguir el estilo convencional de restaurantes cuadrados con áreas separadas, Ojá se ha esforzado por crear un espacio circular armonioso. Éste diseño único permite a los visitantes interactuar y disfrutar de la vista de los elementos acuáticos que representan la presencia de agua, árboles y, por supuesto, bebidas y alimentos que se encuentran en este oasis gastronómico.
Cada detalle de Ojá refleja su enfoque artesanal y familiar. Las paredes están diseñadas y construidas a mano, con una línea en el centro pintada con un color obtenido de una hormiga especial llamada "chicatana", que se encuentra en los cactus y nopales de la región. Este enfoque artesanal se extiende a la pintura, la estructura e incluso la vestimenta del personal, creando una experiencia auténtica y significativa.
La cocina de Ojá se inspira en el Mediterráneo, utilizando ingredientes como el olivo, el romero y la lavanda que crecen en el valle. Éstos ingredientes emblemáticos se presentan en deliciosos platos representativos de la región, como el atún fresco y las verduras de las huertas locales. Adicionalmente, Ojá ha establecido una relación con el Rancho 17 en Sonora, el cual brinda carnes de calidad para sus creaciones culinarias, desde cortes de Wagyu hasta el impresionante bistec Tomahawk de 1.5 kg.
La mixología es otro punto destacado en Ojá, donde han creado una serie de cócteles únicos con licores de alta calidad. Una de sus bebidas más emblemáticas es el "Curandero", que combina mezcal, cítricos y epazote, ingrediente utilizado en las limpiezas chamánicas. La bebida se sirve con una escarcha de pasote artesanal encima, creando una experiencia visual y sensorial cautivadora.
Además de excelentes comidas y bebidas, Ojá también ofrece una experiencia visual, auditiva y temática a través de su conexión con la naturaleza y los animales.
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